Convocados los socios a las 21:00, celebramos una espicha y, aprovechando la presencia de nuestro sacerdote y del Padre Federico, se les nombró Cofrades de Honor y se procedió a la bendición del local. Entre alguna que otra partida de cartas, los niños disfrutando de su cuarto de juegos y las anécdotas y las risas la fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada.
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