Así es amigos, después de toda una noche nevando, nuestro pueblo amaneció cubierto por un bello y frío manato blanco. Costaba adivinar dónde estaban los vehículos aparcados el día anterior. Una de las mayores nevadas que se recuerdan por estos lares.
(Fotos: Samantha y Eva González.)
Precioso.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí Olga, un saludo.
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