lunes, 7 de junio de 2010

Fiesta sacramental

El Santín se celebra, como cuentan los que son nuestra memoria, "desde siempre" y siempre el sábado que sigue al Corpus.

Como manda la tradición, la mujer de la casa a la que tocaba decoró la iglesia y el pequeño altar del Santo- este año ubicado en el portal de la escuela- con ayuda de sus convecinas y tras la misa y la procesión nos convidó a un pinchoteo en el bar del pueblo.

Antiguamente sólo los hombres iban al bar a tomarse un vaso de vino. Las mujeres se reunían en la casa de la anfitriona y tomaban café, pastas y mistela. También se recuerda que había música y baile y que a esta celebración se la llamaba con mucho orgullo "la fiesta del pueblo" o la "fiestina".

Aunque hubo algún intento de variar la fecha o la forma original de celebrarla siempre ha habido y habrá encargadas de guardar la tradición. Cuentan que Teodora, siendo ya mujer de edad, se enfrentó incluso al cura para mantener la "fiestina". No podemos dejar de agradecer a Inés todos sus esfuerzos para que la celebración perdure y por supuesto a Josefina, que fué la anfitriona de este año, por poner tanto mimo en los detalles.

La iglesia estaba preciosa, llena de flores, los hombres portaron estandarte y palio en la procesión y las niñas tiraron flores de piorno a su paso. La procesión fué muy íntima y silenciosa y la oración fente al Santín estuvo llena de emoción. El cura destacó la fé y la devoción del pueblo al Santo y pidió para que nos protegiera a todos siempre. Así sea.





No hay comentarios:

Publicar un comentario